lunes, noviembre 20, 2006

Escribo en el polvo, corropompido de memorias

Hoy me he sentido tan abandonado, otra vez
y tú me hablas a través de las sombras
Me quedo en cuartos cerrados, usando palabras frías
Capturado por la noche

El deseo de vivir se escapa de mis brazos
y siluetas extrañas me susurran tus pensamientos, gritan tu tristeza
Aquí hicieron cambiar todo y soy incapaz de enfrentar otra muerte

Crédito a mis palabras
Escribo en el polvo, corrompido de memorias
Confieso mi esperanza y reconozco mi soledad

Tu risa llora la verdad
me empuja a las esquinas
confirman el epitafio de mi alma
y exhiben mi desconocido karma


Credende de Opeth (traducción libre)

Dedicado a una bloguera

martes, noviembre 14, 2006

El Che en nuestra mente


Este es el dibujo realizado por un joven de primaria de un colegio de La Paz. Me recuerda a una nota de Roberto Lucio Cáceres. Él pregunta si Ernesto Che Guevara habría leído una serie de libros bolivianos (una lista que se le encontró cuando murió) para abordar Bolivia. Yo me pregunto si para conquistar una región hay que leer la literatura que tenga. Leí alguna vez, no recuerdo dónde, que si un extraterrestre quisiera conquistar el mundo con eficacia, tendría que leer la Biblia.

En el caso del Che, por las crónicas y escritos sobre su opinión para Bolivia y Sudamérica, podría asegurar que sí leyó las obras de la lista que encontraron cuando lo asesinaron, y quizás mucho más. El hecho de que lo asesinaran fue porque los que lo mataron en realidad nunca leyeron la literatura de su país.

Así como en este colegio, esperemos que no pocos prefieran dibujar al Che en vez de dibujar a Ricky Martin.